La no necesidad
No nos engañemos, hay mentiras tan bien elaboradas, que suenan tan dulce; sobretodo en un momento amargo, cuando lo único que queremos es aliviar el paladar. Pero no, a veces hay que darse cuenta de que el azúcar no es más que sal con la etiqueta equivocada, como si de una broma se tratase.
No, no de todo se aprende, no todo pasa para que algo mejor pueda venir después, pues los castillos no se construyen sobre fango y hay experiencias de las que no duele prescindir. La no necesidad, lo innecesario, existe. Es tan real como el frío del principio de invierno acariciando tu cara un lunes por la mañana.
La no necesidad molesta, pica, deshace, destroza; y no hay sentido alguno que valga. Como mala hierba en un jardín muy bien cuidado o regar las flores en el campo después de una tormenta veraniega.
No, no de todo se aprende, no todo pasa para que algo mejor pueda venir después, pues los castillos no se construyen sobre fango y hay experiencias de las que no duele prescindir. La no necesidad, lo innecesario, existe. Es tan real como el frío del principio de invierno acariciando tu cara un lunes por la mañana.
La no necesidad molesta, pica, deshace, destroza; y no hay sentido alguno que valga. Como mala hierba en un jardín muy bien cuidado o regar las flores en el campo después de una tormenta veraniega.